OTP: TakaChii
By: Lelo ~
Extensión: One-shot
Dedicado: A la persona que lo lea ewe <3
Sonrió al terminar de entonar aquella canción; se reverenció y bajó del escenario del pequeño local en el que se encontraba. A paso lento volvió a su asiento en donde una copa de whisky lo esperaba. Tomó asiento y suspiró. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que habían roto? ¿Un año acaso? Bueno, no es que importara mucho el tiempo transcurrido desde entonces; a final de cuentas lo seguía extrañando incluso ahora cuando sabía que todo había acabado. Terminó su bebida, pago la cuenta y en silencio salió de aquel bar que lo había cobijado durante las últimas 3 horas.
Caminó por las mojadas calles del centro de Tokio sumido en sus pensamientos, o mas bien en sus recuerdos; en la época que fue feliz con esa persona. Se detuvo solo para sujetar un cigarrillo con sus labios y prenderlo, sin embargo, antes de utilizar el encendedor desistió de su idea. “Deberías dejar de fumar, te hace mal” u “Odio que fumes” es lo que siempre le solía decir cuando lo hacía y por él, solo por él lo dejó. Resignado siguió su camino hacia su apartamento, sin ganas de nada, sin ganas de llegar, sin ganas de dar un paso más, solo con el deseo de verlo y pedirle perdón, pero no, él era un cobarde, no se atrevía ir en su búsqueda para aclarar las cosas e intentar volver a estar a su lado, no cuando ya era tarde y su amada persona especial había encontrado a otro.
-Yuya…- el escuchar su nombre le hizo detenerse con el corazón en la mano ¿tan mal estaba que alucinaba que él lo llamaba? Miedo. Tuvo miedo de voltearse y que su cruda realidad le hiciera ver que estaba solo.-Yuya- volvió a escuchar su nombre. Incrédulo se giró para ver si solo eran imaginaciones suyas o realmente le hablaban. Al darse vuelta vio a un chico más bajo que él, de cabello negro e intensa mirada, al darse vuelta vio al chico que estaba presente en su mente todos los días a cada momento, al darse vuelta vio al chico al cual amaba, al darse vuelta vio al chico por el cual sufría en ese momento.
-Yu…. Chinen... –con voz a penas audible dijo su nombre mirándolo sorprendido por decir lo menos.-
-Cuanto tiempo ne? – un pequeño saludo junto a una leve sonrisa del menor fue lo que recibió.-
-Si, bastante… - como pudo esbozó una sonrisa ocultando su deprimente estado; algo inútil, solo bastaba con verle la cara para darse cuenta de su estado.-
-¿Cómo has estado? Hace mucho no sé de ti.
Takaki iba a responder, pero se vio interrumpido por un chico castaño que corría en la dirección en que se encontraban gritando el nombre del menor.
-Parece que te buscan. – un dejó de desilusión cruzó por sus ojos desviando su mirada hacia el chico castaño que en esos momentos se colocaba al lado del pelinegro- Un gusto verte Chinen-kun –hizo un pequeña reverencia y sin esperar respuesta, se dio media vuelta retomando su camino.-
No se detuvo hasta llegar a su departamento. Cerrando la puerta tras de sí se apoyó en ella, dejando escapar el aire contenido en sus pulmones mientras se dirigía a su hogar.
-Definitivamente te perdí…
Una triste sonrisa se formó en sus labios mientras bajaba la mirada empañada por las lágrimas que en ella se acumularon. Pasó sus manos por su rostro intentando calmarse lográndolo momentáneamente. Se descalzó los zapatos e inmediatamente cuando iba a dirigirse a la sala tocaron a su puerta débilmente. Ignorando completamente a quien fuera que estuviera al otro lado de su puerta se calzó las zapatillas de descanso e ingresó a la sala recostándose en el sillón cansado. Tocaron nuevamente a su puerta y de nueva cuenta lo ignoró. Otro golpe y ya malhumorado fue a ver quien tocaba con tanta insistencia y no lo dejaba descansar. Grande fue su sorpresa al abrir la puerta y encontrarse con quien hace un tiempo atrás se había cruzado en la calle.
-¿Chinen? –sus ojos completamente abiertos por el asombro no creían lo que veían.-
-Hola… -dijo un tanto vacilante.-
-Hola…
-¿Podemos hablar? –seguro de sí fue directo al grano.-
-¿Ah? ¿Ha-Hablar…? Claro… -completamente perplejo se quedó parado en la puerta sin saber qué hacer.-
El menor solo lo miró sonriente, simplemente el mayor nunca cambiaría, nunca dejaría de ser tan torpe.
-¿Me dejas pasar?
-¡A-Ah! ¡Claro! Disculpa, solo me has sorprendido. – se hizo a un lado dejándole el paso libre a su casa.-
Se dirigieron a la sala en donde tomaron asiento uno frente al otro; el pelinegro mirando fijamente al castaño y este último le devolvía la mirada intrigado.
-Bueno, tú dirás de qué quieres hablar conmigo.
-Solo vine a resolver el asunto pendiente que tengo contigo.
-¿Asunto pendiente? Discúlpame, pero que yo sepa nosotros no tenemos nada pendiente, la última vez que nos vimos me dejaste muy claras las cosas.
-Eso… verás… -aclaró suavemente su garganta carraspeando un poco antes de hablar- Si mal no recuerdo, la última vez que nos vimos fue cuando yo te encontré en la cama con esa chica ¿no? Te grité, me fui y luego lo único que obtuve de ti fue un simple papel diciendo que lo sentías y que si me habías hecho daño, que yo era libre para ser feliz con quien quisiera. –una pequeña sombra cubrió los ojos del chico que hablaba, recordar aquello le dolía, pero era algo que debía decir, algo que debía aclarar con el mayor.-
-Pues déjame decirte que esa vez lo malinterpretaste todo, yo nunca me acosté con esa chica, ni siquiera sabía su nombre… -bajó un poco la mirada- yo… no sé como llegó a mi cama y mucho menos porqué estaba desnuda… solo sé… que nunca te fui infiel y como sabía que no me creerías y que Yamada no dejaría que me acercara a ti opté por dejarte esa carta despidiéndome de ti… para que fueras feliz… -sonrió de lado de forma triste- creo no haberme equivocado… después de todo… ahora estás con alguien más y siento que Yamada te hace feliz…
-Tienes razón, en ese momento no te hubiera creído y Yama-chan tampoco te hubiera dejado que te me acercaras. En cambio te hubiera golpeado y gritado cosas peores ¿pero sabes? Si me hubieras buscado después… lo habría hecho, yo te hubiera creído a pesar de todo… -una pequeña lágrima descendió por su mejilla, la cual limpió inmediatamente; no demostraría debilidad frente a quien le causó tanto dolor.
-Cuando pensé que ya era tiempo de hablarte y explicarte… te vi dándole un beso a Yamada… en ese momento lo entendí todo y simplemente me fui… -habla con la vista fija en el piso, dándose cuenta de la acción del menor, mas no notó la pequeña lágrima.-
-¿Nos viste? –hizo una mueca de desagrado- Esa vez solo le estábamos sacando celos a Yuto para que por fin se diera cuenta de que quería a Yama-chan.
-Ya veo… le sacaban celos a Yuto… -cierra los ojos pensativos hasta que cayó en la cuenta de “sacando celos a Yuto”- ¡¿Qué?! ¿Le sacaban celos a Yuto? ¿Eso quiere decir que él y tú no están juntos?
-Claro que no idiota. Yama-chan es mi mejor amigo, nunca tendría nada con él. –lo mira con cara de “es lógico ¿no?”.-
-A-Ah… pues… bueno… -se rasca la nuca como acto de nerviosismo, riendo estúpidamente-
-¿Qué pensabas? ¿Que en este tiempo he estado saliendo con Yama-chan?
-¿Eh? Yo… verás… -asiente nervioso-
-Serás idiota… a mí solo me gusta una persona y no es él.
-Has encontrado a alguien más… me alegro de que… puedas seguir con tu vida –se pone de pie y camina hasta quedar frente al menor- Solo procura ser feliz ¿si? –llevó una de sus manos hasta la cabeza de él para revolverle suavemente los cabellos.-
-No sé de qué o quien hablas –toma la mano del castaño quitándola de su cabeza- pero seguro estás equivocado otra vez. –lo jala para que quede a su altura.-
-Dudo estarlo –baja hasta quedar a su altura mirándolo un tanto extrañado.-
-Claro que lo estás, después de todo este tiempo… ¿Sigues pensando que me gusta alguien más? –hizo una mueca mientras lo tomaba fuertemente por el cuello de la camisa- Para tu información, me gusta un gran idiota, uno que no es capaz de ir por mí, así que yo tendré que ir por él. –y sin más el pelinegro unió sus labios con los suyos iniciando un suave beso que solo duró unos momentos- Me cansé de esperar a que fueras a buscarme Yuya.
Por su parte el integrante de BEST no daba crédito a lo que estaban escuchando sus oídos. ¿El pequeño venía por él? ¿Es que estaba soñando? No, claro que no soñaba. Cerró sus ojos en cuanto el más bajo había comenzado a besarle de esa forma que tanto añoraba. Lentamente fue abriendo sus párpados cuando el contacto terminó, fijando sus ojos en la oscura mirada del otro.
-¿Te cansaste…? –sonrió-
-¿A caso pensaste que te esperaría por siempre? No seas idiota, no tengo tanta paciencia como para esperarte una eternidad.
-Calla… -lo tomó por la nuca atrayéndolo hacia sí, comenzando todo él esta vez, besándolo de la forma más sublime que podía y es que, realmente lo extrañaba.
Se besaron desesperadamente por unos momentos hasta que el menor mordió fuertemente el labio del chico al que besaba sin hacerle alguna herida.
-¿Quién te crees para hacer callar a Chinen Yuri? –sonrío con sorna.-
Takaki ríe sin poder evitarlo, ríe después de mucho tiempo.
-Lo siento, Yuri –sonríe mirándolo a los ojos.-
-B-Baka… -un pequeño rubor tiñó sus mejillas.-
-Oye… ¿esto significa que me perdonas?
-No, no significa nada.
-¿Eh?
-De ahora en adelante tendrás que enmendar tus errores Takaki Yuya, esforzarte solo en ello y dejar de coquetear por ahí ¿entendiste? –dijo sin titubeos.-
-Creo que alguien es más posesivo de lo que recordaba –río.-
-Cállate y bésame –sonrío triunfante.-
Así se volvieron a unir en un cálido beso, uno que marcaba el nuevo comienzo para ambos, uno en el que estarían juntos, uno que los hacia darse cuenta que estar juntos era lo mejor que les podía pasar en la vida.
KAWAIIIII -w- me mató el "¿Quién te crees para hacer callar a Chinen Yuri?" -le da re LIKE- <3
ResponderEliminarwaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! *O* tan hermosos estuvo estupendo <3 <3 <3 <3 <3 me encantooooooooo *O*
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